Si por algo se ha caracterizado Dolores Calleja ha sido por una vida de entrega y servicio público. Entrega a su familia pero también a la política, a la que llegó con la experiencia que otorgan años de buena labor en la Administración y con la ilusión intacta de quien asume buenos retos.
En su faceta profesional, como funcionaria pública, logró el reconocimiento de todos aquellos con los que trató en diferentes ayuntamientos como secretaria, y afianzó una reconocida carrera a lo largo de los años.
Lola, como le gustaban que la llamaran sus amigos, era así y con la tenacidad y valentía que la caracterizaban asumió en el Grupo Municipal Popular la responsabilidad de la Concejalía de Licencias, a la que otorgó agilidad y capacidad de adaptación a los nuevos procedimientos.
Compaginó su trabajo en Licencias con las responsabilidades derivadas de la puesta en marcha de la Sociedad Municipal Aguas de Burgos, donde su experiencia profesional permitió avanzar también en la gestión y la tramitación de asuntos.
Durante ocho años de edil popular no solo creció personal y profesionalmente sino que además contagió de su carácter a quienes compartieron con ella esos años, primero bajo el mandato de Juan Carlos Aparicio y, más tarde, de la mano de Javier Lacalle.
Dolores Calleja se ha ido pero deja tras de sí su impronta, a muchos amigos dentro y fuera de la política y el legado de quien hace bien las cosas, desde la humildad, responsabilidad y buen hacer.
Desde el Partido Popular te echaremos de menos pero siempre nos quedarán los buenos momentos que compartimos contigo. Descansa en paz Lola.