La concejal del Grupo Municipal Popular del Ayuntamiento de Burgos, Andrea Ballesteros, ha mostrado este jueves su preocupación por la calidad de los servicios municipales que se prestan, tras conocer el informe anual de la Comisión de Quejas y Sugerencias.
Las cifras no dejan lugar a dudas, ya que muestra un incremento de casi el 50 por ciento en el número de quejas recibidas en los tres años de gobierno socialista, lo que a juicio de Ballesteros es “un ejemplo más del hartazgo de la ciudadanía con la gestión de Daniel de la Rosa”.
Solo en el último año, las quejas se han incrementado en un 20 por ciento en comparación al año anterior, cuando el aumento experimentado entonces fue del 25 por ciento y el equipo de Gobierno lo achacó a la situación de excepcionalidad derivada de la crisis sanitaria.
Ahora, un año después, se demuestra que el PSOE utilizó la excusa de la pandemia para esconder su incapacidad de gestión y un aumento sin precedentes en la disconformidad de los ciudadanos con los servicios del Ayuntamiento.
Ballesteros ha achacado esta circunstancia a la “paralización” que viven todas las áreas municipales por la gestión del bipartito y que se demuestra, por ejemplo, en el elevado número de servicios sin contratos y cuyos servicios se han abonado mediante reconocimientos extrajudiciales de crédito, un total de 29 millones de euros, un nueve por ciento más.
La ciudadanía no es ajena a esta realidad, ya que un número muy importante de las quejas recibidas tienen que ver con esos servicios sin contrato, como la falta de mantenimiento, la ausencia de iluminación en algunas zonas o las carencias existentes en señalización horizontal no lumínica.
Las quejas también afloran las promesas incumplidas de los socialistas año tras año, como el arreglo del pavimento en el parque Félix Rodríguez de la Fuente, cuyo arreglo se había comprometido en los dos últimos años y a día de hoy sigue sin licitación.
En cuanto al tiempo medio de respuesta, Andrea Ballesteros ha advertido que sigue siendo “muy elevado”, especialmente en las áreas que reúnen el mayor número de quejas y que son, además, las que mayores perjuicios ocasionan a los burgaleses.
Por ello, ha exigido al PSOE que ponga fin a esta situación de inmediato, asumiendo responsabilidades y abandonando la política de escaparate que “solo lleva al hundimiento de la ciudad y a generar problemas a los vecinos”.