Cuatro meses han sido suficientes para poner en evidencia la falta de liderazgo del Sr. De la Rosa al frente del Ayuntamiento de la ciudad.
Acostumbrado como está a la tutela que durante los últimos años le han venido dispensando, ha creído entender que lo suyo es la omnipresencia, las redes sociales y la foto en los medios de comunicación, dejando para otros la responsabilidad que solo a él como Alcalde corresponde.
Hoy ya nadie pone en duda que la barca del grupo municipal socialista la maneja quien ni siquiera ocupa asiento en el salón de Plenos del Ayuntamiento.
Instalados en la desorientación han aflorado, como no podían ser de otro modo, los incumplimientos, las contradicciones y las rectificaciones. Elementos, todos ellos, que han caracterizado la acción de gobierno en estos cuatro meses.
Prometieron diálogo y consenso, y han sido incapaces de entender que estando en minoría llegar a acuerdos con la oposición no solo es una opción, sino una obligación. A tal punto ha llegado su actitud prepotente que quizás su único mérito haya sido unir a la oposición en su contra. Tan solo han conseguido la colaboración puntual de Ciudadanos, eso sí, con el único objetivo de ver incrementadas sus retribuciones y las dedicaciones exclusivas.
Anunciaron que la puesta en marcha de las nueva líneas de autobús sería la primera medida de un gobierno socialista (de la Rosa dixit), y aún no ha fecha prevista para la misma.
Acordaron con el PP la creación de un centro de peregrinos en el barrio de Gamonal y hoy se dice que de lo acordado nada de nada.
Las contradicciones han sido otra de las señas de identidad del gobierno socialista.
Mostraron por dos veces su oposición a la inversión de seis millones de euros para la Administración electrónica. Ahora entienden que es urgente y piden apoyo a la oposición.
Del no al bulevar en Gamonal apoyando la revuelta a la avenida comercial con idénticos fines y propósitos, pero obviando la palabra “bulevar”.
Se opusieron a la remodelación de Plantío y exigieron que todos los equipos de la ciudad pudieran hacer uso del mismo. Ahora se aprestan a que sólo el Burgos CF pueda disponer del mismo durante décadas, y hasta se hacen fotos con los videomarcadores a los que también se opusieron.
No menos importantes han sido las rectificaciones que han realizado obligados por la oposición. La de IMC por antidemocrática y la de las escuelas deportivas por rozar la ilegalidad han sido las más notables pero no las únicas ni las últimas.
Recientemente ha sido la realización de las obras en el Parque de la Cruz Roja. De pedir en el Pleno la retirada de la inversión licitada por el gobierno popular para mantener el espíritu del parque, a realizarlo sin proyecto, caro y de forma provisional.
En definitiva, el trampantojo que exhibieron en la oposición ha caído con estrépito por el suelo al día siguiente de asumir el gobierno, y ahora recurren a la tinta del calamar (herencia recibida, bloqueo…) para enmascarar su inoperante y escasa capacidad para la gestión municipal.
Y como tantas veces no dicen la verdad. El 99 % de los asuntos del orden del día de las comisiones son aprobados por la oposición, y lo que es más importante, se ha aprobado una modificación presupuestaria que va a posibilitar inversiones por un montante de ocho millones de euros que deberán formalizarse antes del 31 de diciembre.
También forman parte de la herencia recibida actuaciones como las que se están llevando a cabo en la Plaza de Guadalajara, el parque de la Quinta o la Avenida del Arlanzón, todas ellas promovidas por el Partido Popular que fue quien las puso en marcha y que el Partido Socialista pretende ignorar.
Envuelta en un mar de confusiones, hoy la barca municipal socialista se encuentre varada a la espera de encontrar un rumbo cierto y seguro.
Grupo Municipal Partido Popular Burgos