El Grupo Municipal Popular del Ayuntamiento de Burgos ha advertido este domingo del riesgo que corren las primeras citas festivas del calendario local a principios del próximo año debido a la improvisación del bipartito.
Así, celebraciones como San Antón o Las Candelas vuelven a estar en el aire por un alcalde, Daniel de la Rosa, y su equipo de Gobierno que no encuentra el modo de poner en marcha el modelo de fiestas que comprometieron con los barrios pese a disponer de mayoría en la toma de decisiones y más dinero y recursos que nunca.
La improvisación se ha impuesto como la marca de la casa del regidor socialista y los burgaleses pagan las consecuencias de su falta de experiencia en la gestión municipal.
De hecho las trabas que encontraron en el todavía IMC han provocado que las fiestas se hayan derivado a la sección de Participación para ver si corren mejor suerte y pueden compatibilizar la organización de las verbenas por el ayuntamiento con una subvención a las entidades que venían organizando los festejos, compatibilidad que es uno de los principales problemas internos de su modelo y contra el que la intervención municipal ya se manifestó en contra.
“Daniel de la Rosa debe abandonar la poltrona del sofá de su casa y ejercer por fin de alcalde desde el sillón de la Alcaldía”, han señalado los populares, que han exigido al regidor socialista que apueste por una gestión pautada y planificada de las cosas en vez de ir a salto de mata.
Algo que no sucede en la actualidad cuando, dos años después de su metedura de pata con un modelo de fiestas de barrio que ha provocado que no hayan cobrado los gastos que les generaron las fiestas celebradas en 2020, apuesta de nuevo por penalizar a los
vecinos con una tramitación retrasada y que todavía está en el aire y que si no se remedia no permitirá la celebración de algunos eventos.
De la Rosa y sus socios han decidido destinar en fiestas 70.000 euros a subvenciones para los barrios y 170.000 euros para la organización municipal de 29 verbenas, pero no hay puesto en marcha nada.
Por ello, el Partido Popular apela al sentido común del PSOE y Cs. “Gobernar no consiste en hacer promesas ni en generar expectativas para luego incumplirlas una y otra vez”, han señalado desde la formación, que cree que es incomprensible que su dejación provoque discriminaciones entre barrios, ya que vuelven a ser los mismos que no cobraron las fiestas del 2020 los que salen de nuevo perjudicados por los retrasos.
A pesar del tiempo transcurrido, ya han tenido que reconocer en el Consejo del IMC que no llegarán a tiempo para organizar las fiestas de primeros de año porque no hay tiempo para sacar el concurso para la contratación de las verbenas.
Desde el Grupo Municipal Popular piden rigor y que busquen una fórmula segura, que no discrimine a ningún barrio y que garantice unos eventos que cumplan con la legalidad, ya que no se puede olvidar que el Ayuntamiento se ha convertido en organizador y debe garantizar la convivencia social cuando hoy todavía nos amenaza la pandemia. Ahora bien, la pandemia no puede ser una disculpa para justificar sus retrasos, como ya han tratado de hacer, sino una condición de mayor exigencia para desarrollar eventos que se adapten a las condiciones sanitarias.