El portavoz popular, Javier Lacalle, acompañado de los concejales Carolina Blasco, Jorge Berzosa, César Barriada y Carolina Álvarez, han hecho balance de los más de seis meses de gobierno socialista en la ciudad.
Ha pasado más de medio año con De la Rosa como alcalde y la paralización de la actividad (más allá de la de gestión y tramitación administrativa ordinaria de los trabajadores), la rectificación permanente, la prepotencia, la falta de diálogo del regidor y la falta de participación ciudadana, han sido las señas de identidad en este tiempo de presunta gestión municipal.
Las rectificaciones son tantas que no se pueden enumerar todas, algunas de ellas especialmente graves: competencias de IMC, Ordenanza de Movilidad, bulevar calle Vitoria, campo de fútbol, líneas de autobús, financiación mercado norte, símbolos religiosos…), pero lo peor es que pone de relieve que el PSOE no tiene modelo de ciudad. Su único objetivo es hacer oposición al PP.
El alcalde De la Rosa no tiene un proyecto de ciudad, todo lo que se ha tramitado estos meses es lo que el PP dejó impulsado, con proyectos o en licitación. No sabe dónde va, improvisación tras improvisación. En lugar de gobernar, se dedica a hacer oposición a la oposición. Lo nunca visto. Dedica la mayor parte del día a eso. Se ha convertido en el alcalde de la paralización y de la rectificación permanente cada día como demostramos a continuación. A De la Rosa le importa más, el cargo por el cargo, que la ciudad.
PARALIZACIÓN DE LA INICIATIVA MUNICIPAL
Ni una sola iniciativa nueva en este tiempo más allá de seguir tramitando algunos proyectos del anterior gobierno para los que quedaron las oportunas partidas presupuestarias.
- El presupuesto es el más claro ejemplo. Se comprometió a tenerlo a finales de septiembre, luego era octubre, luego no pasaría de principios de noviembre y al final, en diciembre. Anunció por activa y por pasiva que estaría aprobado antes de final de año y pasado mañana se volverán a prorrogar los presupuestos.
- Un ejemplo muy evidente es la redacción del proyecto de la glorieta de la Ventilla. Desde el día de la toma de posesión en junio tenía De la Rosa a la firma la adjudicación de ese proyecto. Todo paralizado y solo se firma, tras seis meses, porque lo denuncia el PP.
- Convenios sin aprobar hasta el último día del año que se firman deprisa y corriendo, como vimos el viernes con el de la Fundación VIII Centenario con presupuesto desde hace meses.
- Semanas enteras sin gabinete de comunicación por ser incapaz el alcalde de nombrar una persona de libre designación de apoyo a la titular del mismo durante seis meses.
- Pérdida de inversiones y mejoras en la ciudad por no haberse tramitado cuya relación completa estamos elaborando en estos momentos.
- El bus búho se anunció para final del verano, en septiembre, y nada de nada. Después sería para Navidad. De nuevo se suspende y eso que se han incrementado los medios humanos.
Se comenzó la legislatura poniendo 14 millones en el presupuesto para sacar adelante compromisos de ciudad. Varios millones ya se han perdido. Es obligación del Grupo Municipal Popular controlar la desastrosa gestión de expedientes del PSOE: bicibur, campamentos urbanos, gestión del hangar, contratos en el IMC, escuelas deportivas, escuela de música, paralización de adjudicaciones, retrasos en obras o constante incrementos del precio de contratos…
El Grupo Municipal Popular sabe ser responsable en gobierno porque ya ha demostrado que pone a la ciudad por delante, pero también en la oposición. El control del gobierno es ahora la función de los Populares así como apoyar con lealtad el modelo de ciudad que el PP quiere para Burgos.
Ser responsable para el PP no es ser un partido comodín que dice sí a unos presupuestos sin tener los datos más relevantes. Ser responsable es defender nuestro modelo de ciudad y respetar el voto de quienes confiaron en nosotros, que fueron muchos burgaleses. Los Populares dicen no a la improvisación y a la falta de transparencia que el PSOE ha demostrado con el borrador del proyecto de presupuestos.